MARTES Y MIÉRCOLES SANTO: AGUILAR SE VOLCÓ CON SUS COFRADÍAS

Si algo tienen estos días, es que las calles de nuestro pueblo se llenan de vida a todas horas. Gente de un lugar para otros, detalles de última hora,… la vida inunda nuestro pueblo. Y en estos días, Aguilar se echa a la calle para ver a sus Cofradías, para salir a su encuentro, en cada plaza, en cada esquina, buscando ese momento íntimo que nos toca el corazón.

Y así fue el Martes Santo. La Hermandad de la Rosa, presentaba una fase más del misterio de Jesús Preso, y Aguilar salió a verlo y a emocionarse con él, con la alegría que denotan estos primeros días de nuestra Semana Santa. Es digno de ver como camina el Galeón de la Rosa. Y como es tradición Jesús Preso fue a encontrarse con nuestra Policía Local, a la que el mundo cofrade de Aguilar, tiene que estar muy agradecido. Y tras Jesús Preso, Nuestra Señora de los Desamparados. La Virgen iba radiante en un paso que cuando esté terminado, constituirá una de las grandes joyas de nuestras Semana Santa. Grandísimo trabajo el de sus costaleras, y por supuesto, el de la Junta de Gobierno de esta Hermandad.

El Miércoles Santo llegó sin darnos tiempo a pensar en el recuerdo de días atrás. Jesús Caído y Nuestra Señora de la Paz, nos esperaban como es tradición en la Parroquia del Carmen. A las 21 h la Cofradía del cuello sucio inició su estación de penitencia, constituyendo una Cofradía Clásica que en su caminar recuerda que todo cambia pero que Jesús Caído permanece, mirando y estando pendiente de todos y cada uno de nosotros. Se cumplían 75 años desde su primera subida a la Torre del Reloj y a la Plaza de San José. Noche de saetas, de promesas, de oraciones. Un barrio como es el del Carmen que esperaba a su Señor. Y como novedad, las bengalas volvieron a acompañar a Jesús Caído en la Plaza ochavada. Noche llena de tradición y dentro de nuestra Semana Mayor.

Tras él, la Virgen de la Paz. La Virgen del blanco infinito, la del Amor eterno, y la que vino para completar una gran noche, porque siempre detrás de Jesús, va su Madre. Cofradía joven que ha sabido hacerse un hueco importante en un gran día. Y por ello Aguilar, cada Miércoles Santo, sale al encuentro de su Madre. La bulla se concentra a su paso, y entre “chicotás”, y el esfuerzo costalero el tiempo pasa deprisa, sin darnos cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, pero que nos permiten ver su caminar majestuoso por alguno de los lugares más emblemáticos de nuestro pueblo, que por supuesto se impregnan de la belleza de la Virgen y de su bendito nombre, PAZ.

Y no podemos olvidar que el Martes Santo, cuando aún no despunta el alba, se abría con el Vía Crucis del Cristo del Perdón, titular de la Congregación de Ntra. Sra. de los Dolores desde la Parroquia del Soterraño. Numerosos fieles acompañaron a la imagen titular de la Cofradía del Sábado Santo. El ambiente se llenó de Fe y oración con el rezo de las 14 estaciones.

Y así hemos pasado el ecuador de nuestra Semana Santa. Disfrutemos y vivamos intensamente los días que nos quedan. Acerquémonos a Cristo y a María, salgamos a su encuentro por nuestras calles. Impregnemos nuestro corazón del Amor Infinito que desprenden.