sábado, 8 de abril de 2023

JUEVES Y VIERNES SANTO: TODO ESTÁ CONSUMADO

Se trata sin duda de los días más intensos de nuestra Semana Santa. En ellos realizan estación de penitencia 10 de las 18 Cofradías que conforman nuestra semana mayor. Y Aguilar como siempre lo sabe, y se echó a la calle.

El Jueves Santo es uno de los tres Jueves del año que relucen más que el sol, el día del Amor Fraterno.  Al caer la tarde, todo comienzó con la Solemnidad de los Santos Oficios, el Lavatorio de Pies y la Misa de la Cena del Señor. Y tras su celebración las Cofradías llenaron nuestras calles de color, la “Visita a los Sagrarios”. Las Cofradías salieron a encontrarse con el Señor, porque él nos espera en cada Sagrario. La Centuria Romana puso la nota musical en una tarde primaveral en la que todas las Cofradías visitaron. Es de agradecer el esfuerzo de todas las personas que visten túnica, porque hacen que esta tradición única, aún se siga manteniendo.

Tras las visitas, la Hermandad de la Veracruz, la Cofradía más antigua de Aguilar, fue la primera en salir a la calle, tras ella la Cofradía de Ntra. Sra. de la Esperanza y el Cristo del Amor, que subió consigo el aroma cofrade del Barrio Bajo al centro, y para cerrar el día, la Cofradía del Señor de la Humildad, que con su buen hacer, permitió que a su paso se detuviera el tiempo, y así pudimos deleitarnos con la mirada dulce de su Titular. Noche de largas filas de nazarenos, cortejos cuidados, y el respeto de la gente al ver pasar las cofradías.

La tarde primaveral dio paso al frío de la noche. La madrugá Aguilarense, esa de silencio y oscuridad, se abría puntual, a la hora que marca la historia. Decimos oscura noche, pero es que la luz la pone él; el Cristo de la Expiración. Tras él, la Virgen de la Angustias, nos volvió a enseñar, el tremendo dolor que tuvo que sufrir la Virgen María. Una madrugá que impresiona a todo el que se acerca a conocerla y se deja llevar por los sentidos: cadenas, saetas, dulces melodías de la capilla musical; pero impresiona más, cuando te dejas llevar y la vives desde el corazón.

Pero si es emocionante la Madrugá, que decir de la mañana del Viernes Santo. Son muchos los aguilarenses que salen al encuentro de Jesús Nazareno a primera hora de la mañana cuando el Señor de Aguilar camina por Moralejo. Dejarse llevar por los sentidos, detenerse junto a él y mirarlo; está todo dicho, sobran las palabras. Y no podemos olvidar a la Virgen de la Amargura, que majestuosa camina tras su hijo. Si el Nazareno te emociona, ver el llanto de la Virgen hace que no queramos separarnos de ella. Como broche de oro a la jornada, la subida de la Cuesta de Jesús que realizan los dos pasos. Esfuerzo y fe de sus portadores, y un pueblo que espera la bendición de Jesús Nazareno por última vez este año.

Y para cerrar estos dos días, la solemnidad de la tarde. El Cristo de la Salud hace que Aguilar baje al Barrio Bajo para reencontrarse con una devoción que todos guardamos en nuestro corazón. Tras él, la Virgen de la Piedad, una imagen que llegó hace años para engrandecer aún más si cabe esta jornada de nuestra Semana Santa. El Santo Sepulcro, que nos transporta a otros tiempos, y la Cofradía de la Virgen de la Soledad, con un cortejo medido y de los que gusta ver, completaron una jornada que nos dejó bellas imágenes para el recuerdo.

Solemnidad de los días grandes, que nos deja un sabor triste porque vemos que todo comienza a llegar a su fin. Disfrutemos de lo que queda estos dos días que no es poco, y en especial, el gran momento de todo, con el que todo empieza de nuevo: la Resurrección de Nuestro Señor.



















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