Un año más, nos disponemos a celebrar la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, celebración de muy larga tradición y arraigada en el tiempo.
Como sabemos, es un día grande para
la Iglesia, al ser la Pura y Limpia Concepción de María Dogma de Fe, y para
España, porque obstenta el título de Patrona.
En Aguilar, la festividad de la
Inmaculada no pasa desapercibida; iniciado ya el tiempo de adviento y como
preludio a la Navidad, fijamos nuestra mirada en María, verdadera protagonista
en esta fechas donde en templos y parroquias se engalanan las Vírgenes de
advocación de gloria y dolor en altares que resaltan y evocan la importancia de
María, Virgen y Madre Nuestra que siempre nos espera para acogernos como hijos
suyos que somos en su maternal regazo.
Oh Dulcísima María, espejo inmaculado de la Gloria del Padre, vaso escogido de pureza y santidad, con gran gozo de nuestro espíritu celebramos el inefable misterio de tu Purísima Concepción, cuando por este medio se nos ha franqueado tu poderoso amparo y protección.
Y en la fría madrugada, resonarán los
ecos de los coros que entonarán cantos a modo de la más hermosa plegaria que se
elevarán al Cielo de Aguilar buscándote, Madre Inmaculada, sones que alabarán
tu bendita pureza, como aquel hermoso poema que cantamos dicendo :
Un año más, Aguilar habrá sabido honrarte Madre, y seguiremos
buscando esa pureza que nos haga brillar en nuestras vidas a tu imagen y
semejanza.
MATER INMACULATA, ORA PRO NOBIS PECATORUM
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