DÍA DE JÚBILO, NOCHE DE CARIDAD

Ya desde horas tempranas, un trajín de idas y venidas en el barrio del Cerro, nos presagiaba la grandeza de lo que iba a ocurrir. Y así fue, al caer la tarde se abrieron las puertas de la Iglesia del Cerro ante una gran expectación, y los hermanos de la Caridad volvieron a mostrar a nuestro pueblo, la grandeza de un cortejo y una procesión cuidada al milímetro. Fue un día de júbilo el que se vivió en la Hermandad, en el Cerro, en torno al Señor, y no era para menos, han pasado 25 años desde que en 1999, Nuestro Padre Jesús del Silencio Cautivo fuera bendecido. Desde entonces muchas miradas cruzadas con él, miradas que han buscado y que seguirán buscando en su bello rostro, consuelo, esperanza, gratitud,…, y como no, CARIDAD. Es de agradecer el grandísimo trabajo que realizó en su día D. Francisco Romero Zafra, que también estuvo presente.

Fue un día de reencuentros de aquellos que dieron los primeros pasos, con esta nueva generación que decidió hace pocos años ir dando un cambio importante a la Hermandad,  y por supuesto manteniendo en el recuerdo a aquellas personas que dejaron la ofrenda de su esfuerzo en estos años y que seguro disfrutaron del día al lado del Señor del Cerro en el cielo.

El Señor comenzaba su traslado hacia el Parque de los Niños Saharauis en el atardecer Aguilarense, para mostrarse a todos en el epicentro de este barrio, allá donde pasan las horas muchos vecinos. Y allí se mostró tal y como es el Señor, buscando ese encuentro con los vecinos... Cercano, con mirada atenta, pendiente de todo el que lo necesita, y vivo en la Eucaristía. Y es que el parque fue el escenario elegido para la celebración de una Solemne Eucaristía en Acción de Gracias por estos 25 años. La Camerata Ipagro solemnizó con sus cantos aún más si cabe la Santa Misa, concelebrada por D. Rafael Romero, Párroco de Aguilar, y por D. José Francisco García, Párroco de Olivares (Sevilla).

Tras la Eucaristía Jesús Cautivo comenzaba a recorrer las calles de nuestro pueblo en una procesión de gloria que llenó de júbilo el corazón de Aguilar. Momentos para recordar el paso por la Calle el Carmen y la entrada en la Calle Moralejo, y como no, el paso por la Iglesia del Hospital y por la Placilla Vieja, por el simbolismo que tenía el paso de la Cofradía por estos lugares. Si bien es de destacar que en todo momento fue arropada por gran cantidad de gente. Acompañaron las Cofradías de Aguilar, la Hermandad de la Caridad de Pozoblanco y la Cofradía 15 + 1 de Hospitalet de Llobregat. También estuvieron representadas la Corporación Municipal y la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Aguilar, quien en la mañana del Sábado ofreció un ramo de flores al Señor, pidiéndole por todas las Cofradías de Aguilar.

El Señor caminó en todo momento de manera brillante gracias al trabajo de una cuadrilla de costaleros entregada, y que nos hace ver que lo importante no es la cantidad, sino el trabajo conjunto, la solidaridad y la unión de todos los que la conforman. Una vez más la Agrupación Musical Paz y Caridad de Estepa dejó huella de su buen hacer, conformando junto con la cuadrilla, una combinación perfecta que nos dejó momentos tan espectaculares como la subida de la Calle Leoncio Mejías donde se congregaba una multitud de gente impacientes por ver al Señor, y emocionados tras verlo.

Poco antes de las 2 de la madrugada, el Señor Cautivo entraba en su Iglesia poniendo así punto final a una jornada histórica y brillante de nuestras Cofradías, y en especial de nuestra querida Hermandad de la Caridad, que hizo posible que todos pudiésemos vivir un gran día de júbilo y una gran noche de Caridad.

Sólo queda dar la enhorabuena a la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Caridad, y por supuesto, dar gracias al Señor Cautivo, por lo vivido, y por lo que queda por vivir.