XLIV ROMERÍA EN HONOR DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS CORONADA

Hace ya una semana que todo acabó, hace ya una semana que todo comienza de nuevo. Y es que Don Marcelo despierta hoy con la añoranza y la alegría de todo lo vivido, pero también con la tristeza de la espera que tiene por delante para volver a cobijar a la Virgen de los Remedios.

Dos días en los que los muros de Don Marcelo junto a su Virgen, volverán a guardar tantas promesas, tantas oraciones, tantas historias y tanta Fe, de todas las personas que se acercan a la Virgen de los Remedios. Un ir y venir de gente que solo la busca a Ella.

Y por eso, son muchas estampas y muchas historias las que deja este año la Romería para la historia, porque cada Romería es distinta y especial para quien la vive con el amor propio que se le tiene a una Madre.

Las calles de Aguilar esperaban llenas de gente para despedir a la Señora, a la que acompañó una multitud hasta su Ermita, y donde un año más estalló el júbilo después de la larga espera. Emoción y lágrimas volvían a acompañar a las oraciones que se hacían canción en honor de la Pastora de la Campiña, porque como dijo el pregonero, en Don Marcelo se reza cantando.

Por la tarde la llegada de la Hermandad de Montilla y su presentación ante la Virgen, volvió a ser punto de encuentro de rezos a la Virgen, al igual que los turnos de oración de las Hermandades que se alargaron hasta bien entrada la madrugada, y donde cada año se puede ver la Fe y la devoción a la Virgen de los Remedios, en cada mirada, en cada gesto, en cada palabra.

El domingo por la mañana, el patio del Santuario se volvió a quedar pequeño para la celebración de la Santa Misa.

A las 19:30 la Virgen iniciaba puntual el camino de regreso al pueblo y sobre las once de la noche la Virgen de los Remedios se situaba en el altar mayor de la Iglesia de la Veracruz, poniendo de esta forma el punto final a la XLIV Romería.

Desde estas líneas queremos dar nuevamente nuestra más sincera enhorabuena a D. Manuel Luque, Hermano Mayor de la Hermandad de la Veracruz, y al resto de su Junta de Gobierno, por el gran trabajo realizado, porque no es nada fácil hacer todo lo que hacen, y por eso nuestra felicitación y nuestra cercanía siempre.

Los días pasaron seguramente más rápido de lo que nos gustaría, pero nos quedará siempre en el recuerdo lo que se vivió junto a Ella, formando parte de esta historia de amor entre Aguilar y su Virgen de los Remedios.