La estampa es preciosa porque es como si en el silencio de la mañana solo roto por los pájaros y por las oraciones, la Virgen se hiciera más presente aún. El rosario recorrió el itinerario tradicional dejándonos de nuevo imágenes para el recuerdo, el paso por el llano, la Torre, la Plaza esta vez sin coches, lugares preciosos de nuestro pueblo que se ven engrandecidos por la presencia de María.
Por la tarde y hasta el lunes tuvo lugar el triduo en su honor. De la función del lunes cabe destacar los numerosos fieles que se dieron cita, y es que las glorias siguen dejándonos grandes imágenes en sus cultos externos, pero también en sus cultos internos. Unos cultos muy cuidados y preparados con mucho cariño por la Hermandad.
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