Si emocionante fue la Misa de Romeros para despedir a la Virgen rodeada de todos los Simpecados de las Hermandades Romeras, no menos emocionante fue el recorrido de la Virgen por las calles de Aguilar: La multitud que seguía a la Virgen, la gente que abarrotaba todas las calles y que veían el paso de la comitiva, la salida por el Llano de la Cruz con los arcos que con mucho cariño se habían instalado.
Y como la Romería es un no parar al lado de la Virgen,
siguió el camino, el rezo del Ángelus, la llegada a D. Marcelo y la entrada en
la Ermita, donde estalla el júbilo y la emoción de la espera de un año.
Por la tarde la llegada de la Hermandad de Montilla y su presentación ante la Virgen, volvió a ser punto de encuentro de emociones y de rezos a la Virgen, al igual que los turnos de oración de las Hermandades que se alargaron hasta bien entrada la madrugada.
El domingo por la mañana, el patio del Santuario se quedó
pequeño para la celebración de la Santa Misa. La celebración contó con los
cantos del Grupo Son Flamenco. El acompañamiento del grupo fue sencillamente
magnífico. Canciones a la Virgen de los Remedios que sirvieron para engrandecer
la Eucaristía en honor de la Virgen.
Y ya solo faltaba aguardar el regreso al pueblo, pero hasta
entonces el ambiente de hermandad que se vivía en D. Marcelo, servía para hacer
la espera más llevadera.
A las 19:30 la Virgen iniciaba puntual el camino de regreso
al pueblo, pero cuando Aguilar estaba preparado para recibirla una tormenta
sorprendió a la comitiva y la Virgen tuvo que refugiarse en una cochera a la
entrada del pueblo. Allí permaneció hasta que el tiempo permitió que regresara
a su templo. Se vivieron momentos de nervios, de incertidumbre, pero también
momentos de emoción. Sobre las once de la noche la Virgen de los Remedios se
situaba en el altar mayor de la Iglesia de la Veracruz, y los rezos del Padre
Latus ponían el punto final a la XLIII Romería.
Han sido dos días de emociones, dos días al lado de la
Virgen, que han servido para demostrar tal y como dijo el pregonero, que la Romería no es solo de los Romeros sino
que es de todos, porque la Virgen nos espera a todos. La cantidad de gente
que acompañan a la Virgen en el camino de ida, o la que entra y sale
constantemente de la ermita en estos dos días buscando estar un ratito con
Ella, hacen y denotan lo cierto de estas palabras.
Desde estas líneas dar nuestra más sincera enhorabuena a D.
Manuel Luque, Hermano Mayor de la Hermandad de la Veracruz, y al resto de su
Junta de Gobierno, por el gran trabajo realizado, porque no es nada fácil hacer
todo lo que hacen, y por eso nuestra felicitación y nuestra cercanía siempre.
Las vivencias, las lágrimas, las oraciones, la lluvia,… son
ya historia de la Romería de Aguilar, de la Romería de la Virgen de los
Remedios, comienza ahora a escribirse la historia de la Romería del año que
viene pero hasta entonces …
Que la luz de la Virgen de los Remedios nos
siga guiando a todos.
¡Viva la Virgen de los Remedios!
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